miércoles, 19 de diciembre de 2012

El incidente de Teplitz


Estoy releyendo el libro de Clary-Aldringen (Geschichten eines alten Österreichers) y en él (págs. 17 y 18 de la edición de 1977 Ullstein, que parece que es la primera), el autor explica que otro de los huéspedes más ilustres de las termas de Teplitz era Beethoven quien, debido a su sordera, siempre estaba enojado, de muy mal humor (üble Laune) y no aceptaba ninguna invitación, por lo que nuca acudió a visitar a los Clary-Aldringen.

Cuenta Clary que el compositor rhenano (para mí esta última condición explica más su mal humor...) gustaba pasear por los jardines del castillo. Y en una oportunidad en que paseaba con Goethe, se encontraron con la emperatriz Ludovica y su séquito. Goethe se hizo a un lado del camino, se sacó el sombrero y lo ventiló saludando a la emperatriz.

Por el contrario, Beethoven consideró que la actitud del príncipe de los poetas era indigna y con cara de pocos amigos (o más bien, de ninguno) y los brazos en la espalda, pasó a través del grupo sin saludar a nadie y muy enojado.

Clary-Aldringen dice que esto pudo haber pasado así como se cuenta, o tal vez, no.

Tomé la reproducción de una litografía de Carl Röhling de Wikimedia, a quien doy las gracias -y muchas- por ser una fuente inagotable de medios audiovisuales bajo licencia creative commons: L'incident de Teplitz » par Carl Rohling (Beethoven et Goethe rencontrant la famille impériale, juillet 1812)


1 comentario:

Rud dijo...

Marta querida
Es posible que la anécdota sea verídica, pues existe una prueba documental, según la imagen.
Conozco personas que han tenido un carácter normal pero que al enfrentar ciertas limitaciones se vuelven muy irascibles.

Deseo que pases unas fiestas maravillosas en compañía de tus seres queridos.
Un gran abrazo
Felicidades